jueves, octubre 10, 2013

Las cosas de la casa

Mi hija Diamante (5 años) está con un poco fiebre y dolor de garganta. En la guardia del hospital dicen que probablemente esté incubando una angina. "¿Sabés lo que tenés que hacer? -dice ella-, andá a comprar ibuprofeno, y caramelitos de miel. Y sprite. No, mejor cepita de manzana. Los caramelos son esos amarillos con un papelito transparente y naranja. Los venden en la fiambrería", dice.

7e7é está cansada de llevar adelante nuestra vida familiar prácticamente sola. Mi contribución es casi nula -al menos desde su punto de vista. En dos días cumplimos seis años de casados. "Ningún soltero es casado", reza un conocido enunciado analítico. Por eso me desperté temprano y limpié la cocina. Salí a comprar Actrón pediátrico y todo lo que quería Diamante. En una hora, a las 9am, tengo que estar dando el primer taller del día, en un colegio de Villa Crespo.

Hace unas semanas me convocaron para conducir un programa de cable, hicimos las pruebas de cámara, etc. El lunes pasado me escribe el ayudante de dirección, que al final eligieron a un actor con experiencia en televisión. De acuerdo. Ahora estoy viendo si viajo a Tierra del Fuego a presentar un libro (Bajotierra, de Sabrina De Luca) y dar un curso sobre deconstrucción. A Derrida le habría gustado ir a Tierra del Fuego. Si llega a darse este viaje -se supone que si lo hacemos, es en estos días, antes de la segunda quincena de noviembre- no tengo que dejar de mencionar la importancia de la ceniza en la obra de Derrida. El fuego, la ceniza.

Con 7e7é tenemos pendiente un trabajo en conjunto precisamente sobre el lugar del fuego en los textos del filósofo franco-argelino.

Esta semana avancé un poco más en la escritura de Osvaldo. Tengo que terminar de escribirla antes de marzo de 2014. Estoy en el capítulo V. El VI ya está diseñado, pero todavía faltan algunas páginas del V. Ya llevo demasiado tiempo escribiéndola. Es un proceso lento y agotador.

Tengo que vestirme y preparar las crónicas de Sam Shepard (sobre una gira de Bob Dylan en 1975) para las clases de las 9 y 11 de la mañana. A la vuelta, espero que mi niña esté mejor. La idea era hacer un asado en Ferro, a la noche. Al mediodía tenía una reunión en un espacio cultural de Chacarita, pero suspendí para ocuparme de Diamante. Más tarde, un partido de tenis con un amigo. Leer su blog me dieron ganas de escribir el mío.

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