Lo primero que tengo para decirles es que el costicismo después del costicismo se parece mucho menos a un rayo de sol que a uno de tormenta eléctrica. Por lo menos en mi caso. Y no lo digo en el sentido del flash que supone un rayo, sino que más bien estoy pensando en la energía negra de su descarga.
Y sí, la verdad que las cosas no son de la mejor manera. Estoy bastante perdida, la verdad. Trato de pilotearla con las clases de inglés que estoy tomando en el Laboratorio de Idiomas; estoy haciendo el primer nivel. Es un curso de verano, acelerado: I´m lossing my mind. Eso es todo lo que aprendí hasta ahora.
Mi ex ex ex ex, el gato, se fue a Barcelona (es catalana). Mi ex ex ex, está casada y con hijos. Mi ex ex; C..., me escribió desde Uruguay (está zapatilleando en Punta desde finales de noviembre), que vuelve este fin de semana (siempre bienvenida, C...), para su cumple Nro 21. Energía blanca, con ella. Divina. En este momento es la única de mis ex con la que me escribo mails. Y mi ex, Patricia, que se convirtió en mi esposa tan rápido como dejó de serlo, volvió con su ex marido. Entre nosotros hubo una verdadera tormenta eléctrica. Ella era los relámpagos y yo los truenos. Nos volvimos completamente locos, hasta que ella hizo un Teresa y volvió con su ex marido. Yo pensé que me estaba enamorando de verdad. Patricia es increíble. Pero, finalmente, mi ex ex ex volvió a aparecer en mi vida (un poco, como un fantasma, tengo que decir), y todo se fue a la equis. Patricia, ni bien confirmó que yo estaba en cualquiera, sencillamente dejó de llamarme y ya no contestó mis mensajes. Yo... perdida. Incapaz de entender cómo pude hacer las cosas tan mal, otra vez.
Ahora tenemos buena energía, pero preguntale. En un punto, ella y yo sabemos que nunca dejó de pensar en su marido, como yo tampoco dejé de pensar en Vicky. Como decía el General: la única verdad es la realidad. Y la realidad es que Vicky está casada con otro hombre. "Me gusta potro pibe", me escribía hace unos días en el msn, mientras yo reincidía, una vez más, en mi vergonzosa perfo de amor. "Me gusta potro pibe", qué hermosa. Y, volviendo a Patricia, nunca dejó de gustarle su ex marido. Mientras estuvimos juntos, estuvo pendiente de él, más o menos, las 24hs. De todos modos aprendimos a querernos mucho. Vivimos cosas muy fuertes, juntos. La verdad es que ella se portó muy bien conmigo. Fue genial, realmente. Me hubiera encantado seguir cerca suyo, pero se terminó definitivamente después de una noche en la que yo hice muchos locos. Sentí que ella no quería atender mis llamadas, entonces le mandé un mensajich: "Creo que me picó una binchuca". Ahí me contestó: "¿Te picó una vinchuca?". Me corrigió, la atrevida. Y sí, de esa manera hice que me contestara. No hay nada más difícil que lograr que un costicismo que está harto de uno, le conteste un mensajich de texto. Y Patricia ya estaba harta... Bien por ella, porque yo, la verdad, estaba demasiado perdido de la mente como para asumir una relación. Y, aunque me muera de ganas de verla, hay que aceptar que era un loco muy grande, desde la primera noche. Un loco, realmente. Y aun así, fue hermoso, también. Realmente, cuando no éramos una tormenta eléctrica, nos amábamos. Ella fue un flash, todo el tiempo... Increíble. En cambio, yo, no tuve muy buena energía. Me puse equis enorme. No le ponía fantasía; arruinaba momentos. Freakeaba el costicismo, incluso. Pensé que se lo tomaría con calma. Que podríamos superarlo. Pero se mandó a mudar, y después del mensajich de la vinchuca... nunca más. Volvió con su marido, y adios Mariano Dorr. Y lo bien que hizo, en un punto. Semanas después nos volvimos a ver, y hablamos de su marido y de mi ex ex ex. En el fondo, nunca habíamos dejado de sentir lo mismo que sentíamos por ellos el día de conocernos. Ella, incluso, ahora lo quiere más. Se casaron, me dijo. Y yo, la verdad, espero estar olvidándome de la equis, de a poco. Llevamos casi un mes sin vernos. Todo un record. La tengo como "No admitir" en el msn, y la eliminé. Trato de no visitar su fotolog, ni los de sus amigos (donde sale al natu, con su marido). De todos modos siempre vuelvo a pedirle autorización en el msn, y vuelvo a admitirla, sin que ella siquiera llegue a enterarse de esas idas y venidas. Qué horror: si no puedo volver con ella, al menos recreo ese retorno eliminando y volviendo a registrar su dirección en mis contactos. Y le sigo haciendo locos. No puedo parar. Pero, por suerte, practicamente ya no me contesta. Ni que la llame con el cuento de la vinchuca. Me manda a freir equis enormes.
Y así, en mi vida, otra vez, el costicismo brilla por su ausencia. Ando rara, como perdida, y me encuentro en ese estado que es algo así como estar... a la sombra de los costicismos en flor.